domingo, 4 de julio de 2010

El monstruo de Piedras Blancas descubierto, brujas y aquelarres que esperan



Hay internautas uruguayos que escandalizados se han preocupado de negar que en Piedras Blancas  hubo un moustruo, que el film es ignorante al respecto de un conocimiento de la localidad y el país. El film, por tanto, erra sobre el país y el barrio, como tantas otras producciones de Hollywod que intentaron recrearse en el Río de la Plata,verbigracia La batalla del Río de la Plata o denigrar a un país, tal una producción de Steven Segal. Efectivamente, en la Piedras Blancas del Nordeste de Montevideo no hay mar, es un barrio rururbano, ni castilllos y escaleras de caracol, ni mujeres que gritan cuando un moustruo  verde y baboso horripilante aparece. Es que The mouster of Piedras Blancas se rodó en la costa marina de otra Piedras Blancas, la de Venezuela. Piedras Blancas son muchas las que hay en el mundo y merecerían una artículo aparte. No gritaran las mujeres pero que hemos encontrado un monstruo, más bajo que el verde y sin pelo, eso si, algo al "ñudo que lo fajen" subiendo o bajando por una de las calles de Piedras Blancas, todos los días y a cualquier hora, para entrar a una casa y visitar a un amigo nuestro, al que llaman el fantasioso, hemos encontrado si. Ese es........pondría su nombre ya que no sabe leer bien pero es un simple que no se lo merece y además se lo voy a decir. Claro que primero le voy a mostrar el film de Irving..... que nos honra, ja ja al citar a Piedras Blancas. Honrará a las otras piedras blancas del Uruguay, a la Piedras Blancas de Asturias, que en estos días entraron a mi blog o a la de Argentina, quizás a la de Venezuela, donde se rodó el film ? qui lo sa. Por cierto que puede conectar o estimular para contar (en cuanto personaje los mousntruos, hallowing y brujas son norteños, medievales y especialmente los moustruos tributarios de las escatologías cristianas y las mitologías paganas) leyendas urbanas, creencias campesinas y criollas sobre aparecidos, luces malas, fantasmas y casas fantasmales, aquelarres de brujas que esperan, espiritismos de famosos politicos que vivían en Piedras Blancas. Y hacia ellas vamos. Para empezar un castillo misterioso había en la Piedras Blancas del 900, así llamado por la prensa de oposición al radical Don Pepe, un "fort chabrol" calificó Fray Mocho y en uno de sus miradores, una escalera de caracol, donde se dice que bultos misteriosos caían cuando se ascendía por ella y cuando la casa quinta de Jose Batlle y Ordóñez se transformó en el actual museo. Es que en toda casa quinta antigua siempre hay fantasmas. Será éste el de la infortunada hija del presidente que murió tuberculosa un día de febrero de 1913? O el de otros tantos fantasmas: el pintor Saez, Matilde Batlle Pacheco o Rosa Irigoyen la mucama. Todo museo es siempre una galería de muertos sino se le activa para servir al presente. Una vez que la gente entra a estas casas o museos, comienza a poblarla de leyendas y sábanas blancas, jamáz se les ocurre pintar las sábanas de colores. Parecería que los antiguos fueran los constructores de leyendas. Sin embargo, esta modernidad es prolífica respecto al museo y cada vez que se abre llegan los curiosos preguntones para saber si hay vampiros, ruidos extraños, aves que vuelan en las noches o faltaba más, símbolos masones.Los espiritus no tienen mucho que decirnos, escribía Josè Batlle y Ordóñez y Arena, Don Domngo, su secretario y amigo encargado de sus intereses en Montevideo y Piedras Blancas, cuando aquél viajó a Europa, al recordar a un espiritista ingenuo que visitó su casa, reveló a quien lo entrevistaba "Bolo es un espiritista ingenuo, al oir un ruido pensó que era un espiritu. Salimos y era el ruido del molino". Connotados o sospechados espiritistas Batle y Arena si creían en un dios infinito, Don Pepe, o en supersticiones norteñas, de Tacuarembó, Domingo Arena. El dios de Batlle era el universo infinito y la casa de Arena un lugar para la práctica de superticiones: herraduras de siete clavos, creencias de que la locura de su hijo segundo se debía a una brujería que le habían hecho con una vela dentro de una calabaza, por cierto connotaciones de brujas europeas.
Después que la quinta de Batlle y Ordóñez en Piedras Blancas fue abandonada a la muerte del reformador, los vecinos comenzaron a ver luces malas y en los ómbues casi siempre las colocaban. Brujas y aquelarres como los medievales de la foto de Bellas Artes que pondremos no encontraremos. Las brujas criollas son las curanderas y últimamernente todo tipo de "brujerìas" achacadas a la umbanda. El nordeste desde tiempos modernos y premodernos tuvo y tiene sus curanderas. El Dr´Brazeiro las estudíò desde la visión racionalista de un mèdico de barrio en su libro Supersticiones y curanderismo (1979). Lobizones y animales licantròpicos solían salir por la Piedras Blancas de los años 60. Cuentan los vecinos emigrantes del interior y del norte del país, que por aquéllas èpocas un lobizòn salía arrastràndose todos los viernes con su bolsa y cortejo de perros ladradores y asustados, en la calle Dunant. Hasta que un grupo de vecinos racionalistas e incrédulos, cansados de no poder dormir, decidieron una noche saber si efectivamente se trataba de un engendro del demonio. Esperaron al licantròpico en una esquina y con un palo le dieron una soberana paliza. Parece que se volvió humano de un golpe o de muchos, el infortunado vivo  y desde aquélla noche los vecinos no solo durmieron bien sino que ya no fueron importunados por tan sobrenatural animal.  CONTINUARA

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