Para que nos purifiquemos, cambiemos de ropaje y de pensamientos, dejemos los pesos atrás, materiales e inmateriales, entre ellos el pesimismo de creer que todo se volverá a repetir igual, que nada hemos aprendido, que la distancia es tan grande, que somos incapaces de recorrer dos cuadras para vernos. Si habré clamado contra esos dolores a los que te aferrabas orgullosamente ¿para qué?
sábado, 27 de abril de 2013
Sin querer detenerme en mi ùltimo desgraciado post del año pasado te dedico la luna llena del jueves 25, sin saber todavía como has vuelto y hacia donde vas
Para que nos purifiquemos, cambiemos de ropaje y de pensamientos, dejemos los pesos atrás, materiales e inmateriales, entre ellos el pesimismo de creer que todo se volverá a repetir igual, que nada hemos aprendido, que la distancia es tan grande, que somos incapaces de recorrer dos cuadras para vernos. Si habré clamado contra esos dolores a los que te aferrabas orgullosamente ¿para qué?
Para que nos purifiquemos, cambiemos de ropaje y de pensamientos, dejemos los pesos atrás, materiales e inmateriales, entre ellos el pesimismo de creer que todo se volverá a repetir igual, que nada hemos aprendido, que la distancia es tan grande, que somos incapaces de recorrer dos cuadras para vernos. Si habré clamado contra esos dolores a los que te aferrabas orgullosamente ¿para qué?
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