Villa Colòn y Colòn ha sido, es y serà uno de los barrios de Montevideo sobre el que se han escrito màs crònicas històricas, narrativas literarias històrico costumbristas, referencias y visitas de viajeros y escritores, algunos famosos internacionalmente y periodismo barrial. Algunos de los autores, la lista es tan amplia, como ser. Alfonsina Storni, Juan Carlos Onetti, Stefan Zweiss. Un barrio que acumula documentos locales sobre los que paradojalmente no han surgido quienes se dediquen a los "nuevos territorios" del historiador o tècnicas de la Nueva Historia ni investigaciones de corte antropològico cuyos puntos de vista sean considerar el barrio como un aislado geogràfico, espacios tiempos de las identidades y diversidades, ubicàndose el investigador, sea como nativo o extraño al barrio.Segùn David Harvey "cada forma espacial define su propio espacio" (socioeconòmico, personal, arquitectura, etc). Las formas de la arquitectura definen nuestras reacciones, sentimientos, necesidades, aspiraciones y temores, son la expresiòn del orden social subyacente. Nuestro recorrido por el barrio serà un itinerario de caminatas personales, subjetivas, sin orden, aunque motivadas por algunos amores perennes. Biogràficamente, desde niños en nuestras idas al norte en tren, la linea del ferrocarril central pasaba por la estaciòn de Colòn, una de las pocas de Montevideo cruzada por una rampa peatonal; nacimos a la vida politica frenteamplista en la Plaza de Colòn siendo adolescentes. Un acto al que acudìan columnas y columnas de frenteamplistas de Colòn y que Juan Boscana recordaba años despuès, al visitarlo en su casa cercana a la plaza 12 de octubre, como un hecho que en los años 90 ya no se producirìa. Los oradores del 26 de marzo victoriaban en la tribuna a los tupamaros, clandestinos y guerrilleros en esa època. Jocosas anècdotas: a quien se le ocurrirìa hoy hechar a un vendedor ambulante de un acto ? uno de los organizadores del acto o de la seguridad inquiriò al vendedor "compañero no se puede vender en el acto." Protesta el ambulante "por favor no insista compañero" Recordamos siempre con una tìa, que nos llevaba a los actos de 1971, esta anècdota que nos unìa a travès de a los años en las definiciones comunes. Asì regresamos a Colòn por distintos motivos en 1987, en 1992, en 1998 y ahora en este 2011. Reuniones de amigos, recorridas fotogràficas, visitas a familiares, trabajos de encuadernaciòn de libros, caminatas hacia la Aviaciòn, apertura de la casa quinta de Idiarte Borda como paseo turistico y tea garden, nuevas sesiones de fotos. Una visiòn de un espacio barrial personal, exterior al barrio y de la cual desconocemos que piensan y sienten quienes viven en èl. Una pèsima antropologìa. Sin embargo es posible entreveer homogeneidades en los escritores locales, y en sus memorias, propias de quienes viven o vivieron en la periferia rururbana de Montevideo y algunas singularidades, las de quienes buscan en el pasado, raìces y valores para fundamentar ideològicamente las identidades barriales. Es asì que surgen materialidades , objetos y personajes històricos, los patrimonios espontàneos y oficiales, el barrio como patrimonio cultural, el barrio jardìn, agroindustrial y comercial, su sociedad de clubes, de religiosidad catòlica, de espacios comunitarios: medios de trasnporte, plazas, canchas y cafès, la vida actual expresada en mùltiples acciones culturales y politicas. Naturaleza y arboricultura, entre los intercambios amistosos que sedimentaban las adhersiones politicas de principios de siglo. Casas quintas que recordaban la violencia magnicida. Romàn Freire habìa sido secretario de la 1ra presidencia de Josè Batlle y Ordòñez, habitante de Colòn y cultivador de àrboles en su casa quinta de la villa. Gran promotor del progreso de la Villa: hizo las gestiones para que llegara el tranvìa Nro 41 de la Comercial por avenida Lezica hasta el colegio Pio. Promoviò años despuès la ley de ciudad jardìn (1917).Hoy una calle lo recuerda en Villa Colòn. Batlle le escribiò a Arena desde Europa, su apoderado en Montevideo, que plantara àrboles en el parque de su casa quinta de Piedras Blancas para los cuales Freire "me ofrece sus conocimientos de arboricultura de su casa de Colòn". Cuàntos amores conocidos o furtivos, la sombra de esos àrboles habràn cobijado ? Es un asunto de interesantes especulaciones narrativas. El castillo de veraneo de Idiarte Borda no tuvo tiempo de ser usado por un presidente asesinado por la mano de Arredondo, de quien se decìa habìa sido inspirado y movido por la conspiraciòn oculta de Josè Batlle y Ordòñez.
viernes, 19 de agosto de 2011
Villa Colòn: un puente de amores furtivos entre las araucarias de Romàn Freire y la quinta de Josè Batlle y Ordòñez en Piedras Blancas
Villa Colòn y Colòn ha sido, es y serà uno de los barrios de Montevideo sobre el que se han escrito màs crònicas històricas, narrativas literarias històrico costumbristas, referencias y visitas de viajeros y escritores, algunos famosos internacionalmente y periodismo barrial. Algunos de los autores, la lista es tan amplia, como ser. Alfonsina Storni, Juan Carlos Onetti, Stefan Zweiss. Un barrio que acumula documentos locales sobre los que paradojalmente no han surgido quienes se dediquen a los "nuevos territorios" del historiador o tècnicas de la Nueva Historia ni investigaciones de corte antropològico cuyos puntos de vista sean considerar el barrio como un aislado geogràfico, espacios tiempos de las identidades y diversidades, ubicàndose el investigador, sea como nativo o extraño al barrio.Segùn David Harvey "cada forma espacial define su propio espacio" (socioeconòmico, personal, arquitectura, etc). Las formas de la arquitectura definen nuestras reacciones, sentimientos, necesidades, aspiraciones y temores, son la expresiòn del orden social subyacente. Nuestro recorrido por el barrio serà un itinerario de caminatas personales, subjetivas, sin orden, aunque motivadas por algunos amores perennes. Biogràficamente, desde niños en nuestras idas al norte en tren, la linea del ferrocarril central pasaba por la estaciòn de Colòn, una de las pocas de Montevideo cruzada por una rampa peatonal; nacimos a la vida politica frenteamplista en la Plaza de Colòn siendo adolescentes. Un acto al que acudìan columnas y columnas de frenteamplistas de Colòn y que Juan Boscana recordaba años despuès, al visitarlo en su casa cercana a la plaza 12 de octubre, como un hecho que en los años 90 ya no se producirìa. Los oradores del 26 de marzo victoriaban en la tribuna a los tupamaros, clandestinos y guerrilleros en esa època. Jocosas anècdotas: a quien se le ocurrirìa hoy hechar a un vendedor ambulante de un acto ? uno de los organizadores del acto o de la seguridad inquiriò al vendedor "compañero no se puede vender en el acto." Protesta el ambulante "por favor no insista compañero" Recordamos siempre con una tìa, que nos llevaba a los actos de 1971, esta anècdota que nos unìa a travès de a los años en las definiciones comunes. Asì regresamos a Colòn por distintos motivos en 1987, en 1992, en 1998 y ahora en este 2011. Reuniones de amigos, recorridas fotogràficas, visitas a familiares, trabajos de encuadernaciòn de libros, caminatas hacia la Aviaciòn, apertura de la casa quinta de Idiarte Borda como paseo turistico y tea garden, nuevas sesiones de fotos. Una visiòn de un espacio barrial personal, exterior al barrio y de la cual desconocemos que piensan y sienten quienes viven en èl. Una pèsima antropologìa. Sin embargo es posible entreveer homogeneidades en los escritores locales, y en sus memorias, propias de quienes viven o vivieron en la periferia rururbana de Montevideo y algunas singularidades, las de quienes buscan en el pasado, raìces y valores para fundamentar ideològicamente las identidades barriales. Es asì que surgen materialidades , objetos y personajes històricos, los patrimonios espontàneos y oficiales, el barrio como patrimonio cultural, el barrio jardìn, agroindustrial y comercial, su sociedad de clubes, de religiosidad catòlica, de espacios comunitarios: medios de trasnporte, plazas, canchas y cafès, la vida actual expresada en mùltiples acciones culturales y politicas. Naturaleza y arboricultura, entre los intercambios amistosos que sedimentaban las adhersiones politicas de principios de siglo. Casas quintas que recordaban la violencia magnicida. Romàn Freire habìa sido secretario de la 1ra presidencia de Josè Batlle y Ordòñez, habitante de Colòn y cultivador de àrboles en su casa quinta de la villa. Gran promotor del progreso de la Villa: hizo las gestiones para que llegara el tranvìa Nro 41 de la Comercial por avenida Lezica hasta el colegio Pio. Promoviò años despuès la ley de ciudad jardìn (1917).Hoy una calle lo recuerda en Villa Colòn. Batlle le escribiò a Arena desde Europa, su apoderado en Montevideo, que plantara àrboles en el parque de su casa quinta de Piedras Blancas para los cuales Freire "me ofrece sus conocimientos de arboricultura de su casa de Colòn". Cuàntos amores conocidos o furtivos, la sombra de esos àrboles habràn cobijado ? Es un asunto de interesantes especulaciones narrativas. El castillo de veraneo de Idiarte Borda no tuvo tiempo de ser usado por un presidente asesinado por la mano de Arredondo, de quien se decìa habìa sido inspirado y movido por la conspiraciòn oculta de Josè Batlle y Ordòñez.
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